La restauración de la democracia, en 1975, abrió un proceso de cambios en la sociedad española. La instauración de un sistema basado en el respeto a las libertades descubrió una España diversa y culturalmente rica que trascendía los tópicos que hasta entonces habían definido a los españoles. España es hoy un país moderno que tiene mucho para ver y disfrutar playas, monumentos, ciudades y zonas rurales.

En su fascinante obra, El Laberinto de la soledad, el escritor Octavio Paz (1914-1998), laureado con el
Nobel, califica a sus compatriotas de defensivoa, reticentes y lejanos. Pero para la mayoría de los visitantes, los
mexicanos son gente abierta, alegre y servicial. Éste es sólo un ejemplo de las muchas contradicciones, sorpresas e
incongruencias de México. Impulsados y motivados por poderosos sentimientos y emociones, los mexicanos son intensos y
apasionados; sin embargo, ocultan lo que sienten tras un velo de serenidad e indiferencia.

El mayor libro de fotografía de la historia que recoge parajes insólitos, imágenes arriesgadas y momentos únicos que revelan la combinación de arte, aventura, emoción, peligro y compromiso que se esconde detrás de cada una de estas fotografías.

Sólo le hará falta un día y una noche para recorrer en coche los incomparables 1.500 km que separan el confín terrestre, al sudoeste de Cornwall, y el pueblo de John O'Groats, en el nordeste de Escocia. Así de pequeña resulta hoy Gran Bretaña...sin embargo, ese pequeño grupo de islas, frente a la costa noroeste de Europa, ha ejercido más influencia que cualquier otra nación sobre la cultura mundial.

Cuando Don Quijote vino a Barcelona encontró a una ciudad que era "...archivo de cortesía, albergue de los
extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de
firmes amistades...". Esta imagen de Cervantes queda lejos de los tópicos sobre Barcelona, una ciudad que cautiva a
muchos y decepciona a pocos.

El periodista e historiador holandés Geert Mak sostiene que hay dos tipos de holandeses los excavadores de diques y granjeros que centran sus vidas en una pequeña parcela de tierra, y los marineros y colonizadores que miran hacia el horizonte y lo que hay más allá. Pues bien, los amsterdameses pertenecen al segundo. Nunca han tenido miedo de sacar la cabeza ni de verse envueltos en una situación difícil. Y eso es precisamente lo que hace de Amsterdam una ciudad tan enloquecida e inspiradora.

Pregunte a la mayoría de personas qué piensan sobre Canadá y aparecerá una serie de imágenes familiares:
los picos Rocosas, las inmensas praderas, los interminables bosques de coníferas, el austero y helado norte...un mundo
de naturaleza virgen y salvaje de extensión casi infinita. El contraste se hallaría en el perfil de la ciudad de Québec,
emplazada sobre un peñasco que domina el ancho río St.Laurent, o en las torres góticas de la Parliament Hill de Otawa,
custodiadas por la Policía Montada.